Brelbem

Historia de Brelbem: el Reino del Dios Mártir

Hace milenios, las tierras que hoy se conocen como Brelbem estaban habitadas por grupos de humanos organizados en diferentes ciudades-estado. Todas ellas compartían una rica cultura y un panteón común, considerándose hijos de sus deidades. Aunque es poco probable que esta creencia fuera completamente real, es cierto que los dioses intervenían frecuentemente en los asuntos mortales, moldeando la historia y el destino de estas sociedades.

La injerencia divina era tan habitual que las diferentes ciudades-estado a menudo se enfrentaban entre sí, manipuladas por los designios de sus deidades patronas. Estos conflictos, alimentados por razones tanto triviales como significativas, causaban un gran sufrimiento a la sociedad.

Con el tiempo, la contienda divina se volvió cada vez más devastadora, llevando a la muerte de innumerables personas. Esto despertó una creciente oposición al poder de los dioses entre los humanos. En una de las ciudades-estado situadas en la cordillera montañosa del sur, nació un líder carismático conocido como Brelbem. A temprana edad, Brelbem guió a su pueblo en una rebelión contra los dioses decadentes que los esclavizaban.

 

El final de los Antiguos Dioses

Las leyendas cuentan, y así se registra en el Libro Blanco, que Brelbem logró derrotar a una de las deidades más tiránicas, inspirando a los ciudadanos de otras ciudades-estado a levantarse contra sus propios dioses opresores. Durante las décadas siguientes, Brelbem lideró una campaña incansable contra los tiránicos dioses, derrotándolos a todos. Al finalizar la contienda, Brelbem se había convertido en un poderoso señor de la guerra, uniendo bajo su mando a las nueve ciudades-estado en un solo y poderoso reino.

El Rey Brelbem gobernó en paz durante muchos años, pero al notar el declive de sus fuerzas y consciente de su eventual muerte, buscó una solución para mantener su influencia de manera indefinida. Reuniendo a sus más fieles consejeros y a maestros de las artes arcanas y divinas, intentó alcanzar la divinidad para convertirse en un dios viviente.

 

Ascensión del Rey-Dios

El reino entero se dedicó a este cometido. Se promovió el culto al rey-dios y los maestros arcanos construyeron la Crisálida, una monumental estructura que cubría la Tumba de los Dioses Muertos, un gigantesco foso donde se descomponían los cadáveres de los antiguos dioses.

Como parte del ritual de ascensión, Brelbem se adentró en la Tumba de los Dioses Muertos, enfrentando los horrores de los túneles corroídos por la sangre de los behemots. Aunque los detalles de su ascensión están envueltos en mitos y alegorías, se dice que la fe de millones lo transformó en un dios viviente.

La Crisálida en Brelbem, un lugar funesto que todo el mundo evita
La Crisalida, en la comarca de Erimina

 

El Sacrificio del Dios-Mártir

Sin embargo, siglos más tarde, una devastadora epidemia golpeó el reino de Brelbem. Ni los médicos ni los sacerdotes pudieron detener la enfermedad. Finalmente, el rey-dios se sacrificó, infundiendo su divinidad en su pueblo y curándolos de la peste, poniendo fin a su reinado.

Desde entonces, el reino de Brelbem ha enfrentado numerosos desafíos, incluyendo herejías religiosas y la Guerra de Bórea. No obstante, la devoción del pueblo brelbense se mantiene firme, enfrentando el futuro con estoicismo y la convicción de que la luz de su dios vive en ellos.

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